Introspecciones / Eduardo Cabrer en I AM Art noviembre-diciembre 2024

"Una vez que uno ha tenido la experiencia de la interacción del color, encuentra que es necesario reintegrar toda la idea del color y la visión para preservar el sentido de unidad ... Cuando realmente comprendes que cada color cambia al modificarse el entorno, eventualmente descubres que has aprendido sobre la vida..." JOSEF ALBERS

Eduardo Cabrer nos ofrece cimientos cambiantes que emulan espacios observados, reconocidos y por conocer. Nos transmite su asombro ante las posibilidades descubiertas durante su introspección pictórica paralela a la personal. Las obras son metáforas de su percepción del entorno físico, emocional y social. Una sintaxis de planos, líneas, formas y colores, conforman párrafos que narran historias con las que podemos conectar. La variada y cambiante percepción física / visual de los espacios que nos presenta, está alineada con nuestras experiencias y percepciones de nosotros mismos. Nos conecta con los espacios que nos rodean y con las circunstancias que experimentamos, las cuales están en constante cambio. Esta nueva gesta es una depuración del concepto de la nostalgia y de su mirada al ser como individuo y como parte de un colectivo. La factura es impecable y demuestra un excelente dominio de composición. Los planos de colores magistralmente yuxtapuestos, revelan una internalización de la armonía entre los mismos. Paradójicamente se proyectan con una velocidad inmóvil. Flotan en el espacio, salen del mismo y regresan. Se mueven generosa y certeramente, crean así, sombras que inspiran volúmenes perceptibles para quien tiene ansias de búsqueda y esperanza de posibilidades. Algunas obras, de manera sutil sobre el lino, presentan lo que podría ser la sombra arrojada de estos volúmenes. Esto añade sin duda otra dimensión y un eficaz juego de espacio. Ya no es solo un fondo sobre el cual "vive" la forma, el color, un soporte de trabajo que ofrece apoyo o sostén. El fondo cobra vida y se hace partícipe de lo que sobre “el" sucede, como un sub-nivel con una importante participación en el todo. Esto nos sugiere que somos esos planos en tránsito, esas formas que se acercan y se alejan abriéndose camino y protegiéndose mutuamente. Todos los espacios parecen abrirse según los recorremos, nada se cierra. Eduardo Cabrer nos ofrece una obra madura, sentida y honesta. En esta puesta en escena, el color cobra un protagonismo especial, dirigido por la expresión de la introspección realizada como origen, trayecto y fin. Diana Dávila Casasnovas San Juan noviembre 2024